Siempre hemos deseado hacer de nuestras vidas una aventura única pero, seamos sinceros, sólo podemos presumir de haber conseguido un bonito fracaso.
Vamos cruzando la avenida sintiéndonos fatal. Ninguno de los dos mostramos demasiado interés por el otro. Estuviste años sin mí, más te vale seguir así ahora.
Mis voluntades no quieren tus sobras y ¿qué culpa tengo yo de que seas tan zorra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario