domingo, 1 de diciembre de 2013

La hora de Chuchi










 -Charly: Ahora, queridos telespectadores, saludemos a...¡Chuchi, la polla de agua psicoanalista! ¿Qué tienes para nosotros hoy, Chuchi?

- “Buenos días, Charly. ¿Cómo andas? Hoy venía a hablaros sobre e-pis-te-mo-lo-gí-a. Vaya palabreja, ¿verdad? Significa “conocimiento”. Quiero hablaros sobre aprender cosas nuevas. Porque todo en esta vida, amiguitos, puede enseñarnos cosas. De todo se pueden aprender valiosas lecciones, que nos sirvan para ser mejores personas en un futuro. Hay que estar abiertos al saber, abrir las orejas, los ojos e incluso… ¡incluso el bolsillo si hace falta! ¡Abrirse del todo! ¿Verdad, amigos?

PÚBLICO: ¡Sííí!

-“En esta vida, podemos aprender grandes lecciones. Hasta de una humilde piedra, un mero guijarro, un canto rodado, sí, amigos, podemos obtener profundas enseñanzas. Si me lo permitís, os daré un ejemplo. Os recomiendo que, el día que podáis, pongáis en práctica el siguiente experimento: conseguid que alguien tropiece con un pelote y analizad lo que exclama.
“Si es “coño”, la madre que la parió”, “puta piedra de mierda”, “me cago en la hostia” o algo que relacione su dolor con el género femenino, es probable que sufra porque esté enamorado de su mamá. Ahora que tiene la oportunidad de desquitarse, lo está demostrando sin darse cuenta.
“Si dice “cojones”, “joder”, “carajo”, “cabrón” “hijo de puta” u otra expresión masculina, es posible que tenga un problemilla con la figura paterna, si es un hombre, o que esté enamorada de papi si es la niña de sus ojos. ¡Os lo juro por mis plumas!”

Charly: Oh,  Chuchi, tú siempre igual (risas).

- “Como os digo, amigos, de todo podemos aprender cosas. Ni siquiera se salvan nuestras aficiones. Sí, nuestras aficiones, nuestros hobbies, vamos. Lo que elegimos hacer en nuestro tiempo libre dice más de nosotros de lo que nos gustaría. Si alguien practica la espeleología, es decir, si disfruta introduciéndose por húmedas grutas, es muy probable que desee… ya sabéis, entrar en el fufú fifí fafá de su mamá...

PÚBLICO: ¡Ohhhh!

-"Si, por el contrario, su hobby es caminar por altas montañas, es posible que bajo esa viril hazaña se oculte una homosexualidad latente. Si lo piensas bien, Charly, una montaña cubierta de árboles y coronada por un promontorio de roca desnuda es como una pilila sin capuchón. Así que ¡un minipunto extra para los que practican alpinismo, restregándose contra el monte hasta llegar al clímax! ¡Y si sois judíos, dos minipuntos! ¿Alguien quiere más?

PÚBLICO: ¡Yo! ¡yo! ¡yo!…

-“Además, se me viene a la cabeza, compañeros, ¿no nieva en las cumbres cuando llega el invierno? ¿No es de un blanco seminal la nieve que de allí brota?”

Charly: Eh, Chuchi, no sigas por ahí. Recuerda que esto es un programa infantil (risas).

-“Lo siento, Charly, a veces se me olvida. También, amiguitos, hay cosas que no elegimos y que, sin embargo, reflejan perfectamente nuestra personalidad. ¿Os habéis preguntado por qué tantas personas que viven solas mueren de un infarto, sin que nadie pueda socorrer su pobre corazón solitario? ¿O por qué a tantos eruditos su cerebro les juega una mala pasada en la vejez y sufren alzheimer, olvidando todo lo que sabían? ¿O por qué es más común el “cáncer de próstata” en el sexo masculino que en el femenino? En efecto, a veces, si uno no está dispuesto a solucionar sus defectos, pues... se le echan encima. Porque vosotros estáis dispuestos a todo con tal de resolver vuestros problemillas, ¿no?”.

PÚBLICO: ¡Sííí! ¡A todo!

-“¿A todo?”

PÚBLICO: ¡¡¡A TODO!!!

-“Muy bien, chicos. ¿Por qué no se lo demostráis a Chuchi? Hay que saber desprenderse de aquello a lo que le guardamos cariño. ¿Estáis dispuestos a desprenderos de todo?

PÚBLICO: ¡Sííí!

-“Entonces hagamos un pequeño experimento: lancemos al plató, todos juntos, cosas que creemos valiosas. Ya veremos cómo, al abandonar esas cargas que nos atan, nos sentiremos más libres. ¡Venga, todos juntos! ¡Yo las iré recogiendo! ¡Ay, cuidado con las de dos euros!.... Aquí las tengo. ¡Estupendo, muchachos, vamos progresando! Veamos… 
"Tomemos estas llaves de coche. ¿Os dicen algo? Porque a mí me dicen muchas cosas. La verdad es que, sólo con mirarlas, me pongo triste. 

(Suspira, suena una música melodramática)

"Todos los años los accidentes de coche se cobran muchas vidas, e incluso muertes. Cada año son más. Hacemos todo lo posible, pero no podemos parar tanta destrucción de personas humanas.
Los accidentes automovilísticos, enormes tragedias para familias enteras, suelen ser guiados por un subconsciente que ya no puede aguantar más. Un subconsciente sufriente que guía a una pobre criaturita a un último intento de solucionar sus problemas. Porque claro, no va a ser lo mismo caer en una cuneta o una zanja que estrellarse contra un árbol o una farola. No, no es lo mismo. Lo primero surge de la necesidad desesperada, urgente, de penetrar a la madre. Lo segundo es un intento final de abatir la autoridad fálica del padre, de derribarla frontalmente o caer en el intento... ¡Qué desastre! 
"Claro, nadie nos enseña a ser padres, y pasan estas cosas… Ay, que me emociono, joé…"

(Charly abraza a  Chuchi, ambos sollozan. El público llora a moco tendido)


-“En fin, chicos, esto ha sido todo por hoy. Si me lo permitís, me gustaría concluir con una canción, para alegrarnos un poco. ¡Cantemos todos a coro!






"Si te llamas Josemari y tu mujer Marijose
¡qué de ego! ¡qué de ego! ¡mírate en un espejo!
Si tu nombre es Aureliano y tu novia Penélope
¡qué marrano, Aureliano! ¡salte fuera del armario!
Si tú eres Jesusito y tu esposa es María
¡qué desmadre! ¡qué desmadre! ¡que tu mujer es tu madre!
Si además a todo eso le añadimos Magdalena…
¡ay, qué afrenta! ¡ay, qué afrenta! ¡Te aseguro cornamenta!"






(Aplausos)




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