Mi mente está colgada
de un árbol. Me recomendaron despojar a las cosas de solemnidad. Eso hice.
El ombligo es sagrado
porque nos une a la madre. Ahora el mío está unido a ti. Cuando me encontraste
estaba a punto de quedarme a oscuras. Te acercaste con tus diez lunares y
prendiste mi felicidad de un modo inhóspito.
A lo más que puede
llegar el ser humano es a la autenticidad. Podemos buscar el resplandor de la verdad: la
belleza. La poesía es la sombra de la belleza sino está siendo un arma. El poeta habla desde la autoridad que le da el
fracaso. Vivimos una época fenomenal para escribir.
Hice retroceder mi
sombra hasta tu habitación, anduve más allá del deseo y del acto. Pero tú no
eras Wendy.
Sólo hay una forma de
escapar de un tiburón: haciéndole cosquillas.